La comunidad intercongregacional de Roma, nos reunimos junto a Maria, Señora del Cenáculo, para esperar la venida del Espiritu Santo. Traemos a este momento de nuestra vigilia, nuestras congregaciones, tambien los gozos y esperanzas, los dolores y las búsquedas de los hombres y mujeres que viven en nuestro mundo. Los rostros de las victimas de la guerra, de la violencia, del hambre. Nos ponemos en camino… Es Señor nos darà su espiritu Santos, ya no temàis , abridel corazón, derramaraà todo su amor.”
Feliz fiesta de Pentecostés a todas las hermanas, laicos, familiares y colaboradores de nuestra misión.