Asamblea General: Día 8 de marzo
Un Día de Evaluación y proyección*
El sábado, 8 de marzo ha sido una jornada intensa y enriquecedora en nuestra Asamblea General 2025. Iniciamos la mañana con la presentación de Sor Aurora Calvo, nuestra Superiora General, quien nos ofreció una fundamentación inicial clave para nuestra reflexión, seguida de una mirada prospectiva sobre el futuro de la Congregación en los próximos 20 años. Un ejercicio que nos desafió a visualizar nuestra misión en un mundo en constante transformación.
A lo largo del día, las hermanas del Gobierno General nos guiaron en la evaluación de las áreas que acompañan, ofreciendo una visión integral de los avances y desafíos que vivimos en nuestra misión. Con espíritu de escucha y discernimiento, compartieron sus experiencias, aprendizajes y caminos para fortalecer el servicio mercedario en cada realidad donde estamos presentes.
Por la tarde, continuamos este proceso con un diálogo abierto sobre los retos y oportunidades en la economía y sostenibilidad congregacional, reafirmando nuestra identidad y compromiso como mujeres que integran la misión con esperanza.
Seguimos en camino, unidas en la oración y el compromiso de reimaginar la misión carismática en una Iglesia sinodal.
Asamblea General: Día 8 de marzo
El sábado, 8 de marzo ha sido una jornada intensa y enriquecedora en nuestra Asamblea General 2025. Iniciamos la mañana con la presentación de Sor Aurora Calvo, nuestra Superiora General, quien nos ofreció una fundamentación inicial clave para nuestra reflexión, seguida de una mirada prospectiva sobre el futuro de la Congregación en los próximos 20 años. Un ejercicio que nos desafió a visualizar nuestra misión en un mundo en constante transformación.
A lo largo del día, las hermanas del Gobierno General nos guiaron en la evaluación de las áreas que acompañan, ofreciendo una visión integral de los avances y desafíos que vivimos en nuestra misión. Con espíritu de escucha y discernimiento, compartieron sus experiencias, aprendizajes y caminos para fortalecer el servicio mercedario en cada realidad donde estamos presentes.
Por la tarde, continuamos este proceso con un diálogo abierto sobre los retos y oportunidades en la economía y sostenibilidad congregacional, reafirmando nuestra identidad y compromiso como mujeres que integran la misión con esperanza.
Seguimos en camino, unidas en la oración y el compromiso de reimaginar la misión carismática en una Iglesia sinodal.
