Terminamos esta primera semana del Curso de Espiritualidad con gratitud a Sor Aurora, nuestra Superiora General que nos condujo en la reflexión, oración y compartir de nuestros documentos congregacionales, para reavivar nuestra vocación mercedaria, en fidelidad a Jesucristo Redentor, centro de nuestra opción fundamental. La liturgia fue preparada con creatividad por nuestras hermanas de las varias realidades congregacionales.
Gratitud a tantas hermanas que nos ayudaron en este proceso de entrelazar y crear relaciones fraternas para dar frutos en nuestra misión.